Sunday, December 30, 2012

Menú de año nuevo





Las Christmas nos dan la excusa perfecta para buscar y probar nuevos platos, menús más elaborados, o, incluso exóticos, de las que disfrutamos habitualmente.

No es cuestión de hacerse adicto al Almax o algún que otro medicamento para prevenir las digestiones pesadas, sino de comer la misma cantidad, pero en platos más sofisticados.

Os dejo algunas veggie sugerencias para nochevieja y el día de año nuevo que nos sugieren en la web www.haztevegetariano.com  Mañana probaré alguna de ellas, ¡pero tienen tan buena pinta y es tan difícil decidirse!
 
 
 
 
Tentempié
 
 
 
 
Entrante
 
 
 

Platos principales
 
 
 

Postres
 





Más sabrosas e imaginaticas sugerencias siempre serán bienvenidas ;)
Happy new year!!!!
 
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Wednesday, December 26, 2012

La barbacoa


“Lo importante que tenemos que tener claro en el momento de analizar el consumo de carne o de productos de origen animal, es cómo interviene ese consumo y ese producto de origen animal en nuestro propio modelo de vida y en nuestro propio planeta. Tenemos que partir de la base de cálculos matemáticos, y esto es evidencia científica y aquí no existe ninguna subjetividad, ni ninguna emoción al respecto.
Tenemos que saber que si nosotros ahora matamos una vaca, la ponemos a congelar y nos la queremos comer, podremos vivir unos 9 o 10 meses, aproximadamente, una persona de promedio, viviendo, únicamente, del consumo de esa vaca. Pero si nos comemos todo el grano que ha consumido esa vaca durante 4 años de vida, aproximadamente, podríamos vivir de entre 8 a 9 años.
Apostar por un modelo tan ineficiente como es el consumo de carne, de la manera en la que se está apostando, con un aumento creciente y constante del consumo de carne, sobre todo en Europa, es un suicidio a corto plazo”.

 
“Un omnívoro en bicicleta contamina más que un vegetariano en un todoterreno”

 

Wednesday, December 19, 2012

Santo Tomás y la peste




Cada 21 de diciembre se celebra Santo Tomás en Donostia.
Básicamente, la famosa festividad consiste en reunirse con amigos y conocidos, alcoholizarse y ponerse hasta arriba de txistorra (una especie de chorizo especialmente pringoso).

En la plaza principal, mientras la ciudad apesta insoportablemente a carne frita (y su supuesta elegancia desaparece, como por arte de magia), se celebra una feria de “vida rural”, en la que uno o dos cerdos, junto con cabras, avestruces, vacas, burros y alguna víctima más, permanecen, durante toda la jornada, encerrados en mini corrales individuales, cual meros trofeos gastronómicos (independientemente del frio, la lluvia o el acoso de algún niño o adulto psicópata).
 
 
 
 
Además de evitar como a la peste la city durante este fatídico día, siempre me pregunto qué narices les dirán los padres a sus hijos sobre las víctimas más graves, los cerdos, mientras solazados (y amodorrados) con la fetidez cárnica, los observan cuando engullen los restos grasientos de otros miembros de su especie. “¿Mira, cariño, este cerdito tan gracioso es lo que vas a cenar esta nochebuena?”.
Lamentables exhibiciones como esta, en las que se idealizan las condiciones de vida del animal mientras, al mismo tiempo, se le humilla miserablemente, son un buen medicamento agarrulador y normalizador del abuso animal. Y es que, durante (casi) cualquier tipo de fiesta, la hipocresía omnivoril no tiene límites…


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Saturday, December 15, 2012

Piedras sobre Sea World




Escalofriante coincidencia. Las 3 películas, a priori, más apetecibles de la cartelera de este último mes, han maltratado y/o asesinado animales durante su rodaje. Por lo tanto y lamentándolo mucho, mi animalismo le gana el pulso a mi cinefilia, y ni La vida de Pi (sobre la que hablo largo y tendido en mi blog cinéfilo), ni El Hobbit, ni De óxido y hueso engrosarán sus arcas a mi costa.
En esta última cinta, su protagonista, Marion Cotillard, interpreta a una entrenadora de "orcas asesinas" que sufre un aparatoso y brutal "accidente". La guapísima actriz francesa, en un acto de valentía (o de cinismo), recientemente ha hecho unas polémicas y jugosas declaraciones a la prensa norteamericana sobre su profesión en el film, que pueden ser interpretadas como “tirar piedras sobre su propio tejado” o un intento hipócrita de limpiar su imagen. Lean y juzguen ustedes mismos.
 
"Prefiero ver a las orcas o ballenas en su propio medio y no en una piscina de natación. Nunca volveré a un Sea World. Me siento realmente incómoda en estos sitios donde los animales son mantenidos en cautiverio, así que cuando estuve allí estaba muy angustiada, pero tenía que hacer el trabajo y conocí a personas apasionadas de lo que hacen... Las respeto pero nunca las entenderé."
 
 
Estas rotundas pero nada espontáneas palabras, responden a la ofensiva que ha lanzado Animal Defenders International para pedir a los espectadores de todo el mundo que boicoteen la película de Jacques Audiard. Y es que en ella se utilizan varias orcas en cautiverio, pese a las evidencias científicas que demuestran el gran sufrimiento que padecen estos animales fuera de su hábitat y privados de libertad.
 
Ahora Cotillard sabe (si es que no lo sabía antes) y, sobre todo, admite públicamente, que resulta injustificable e imperdonable no sólo encerrar de por vida a estos cetáceos, y someterlos al estrés, la frustración y la tristeza de nadar durante toda su vida en minúsculas “cajas de zapatos” (a pesar de que su naturaleza les insta a nadar kilómetros todos los días), sino que los métodos para enseñarles a hacer inútiles cucamonas (matarlos de hambre, literalmente) resultan abominables.
Los accidentes en los Sea Worlds del mundo son el pan nuestro de cada día. Orcas y delfines, con el paso del tiempo, o bien mueren, o se deprimen y se vuelven agresivos, ocasionando dramáticos accidentes por los que, posteriormente, los medios informativos y el boca-oreja de la ignorancia humana, los acaba demonizando. Espero que, el supuesto fin del mundo sea, en realidad, el fin de la ignorancia medieval imperante, y que arrase, sin piedad, todos estos despreciables lugares.
 
 
 
 
 
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Monday, November 26, 2012

Fiona's love letter




Fiona Apple cancela su gira por Sudamérica. El motivo es cuidar de un ser querido que se muere: su perra Janet. Si la causa hubiese sido la enfermedad de un familiar, un amigo humano o su pareja, la noticia no habría levantado tanto asombro y revuelo, pero, para gran parte de la humanidad, se trata de “una simple perra”. Tristemente, explicar el “vinculo mascotil” a alguien que nunca a adorado a un ser de otra especie es como explicar matemáticamente lo que es sentirse enamorado.

Aunque la letter lleva días circulando por internet y ha dejado de ser trending toppic, es tan sumamente bonita y emotiva que creo que puede tocar la fibra y despertar la magia de la empatía interespecies mejor que 1000 campañas y artículos. Y es que, como bien dijo Anatole France: "Hasta que no hayas amado a un animal, parte de tu alma estará dormida”.

Os dejo la carta en dos versiones. La original y, en el primer post, una traducción horrible que he encontrado en la red.
 
 


"It's 6pm on Friday, and I'm writing to a few thousand friends I have not met yet. I am writing to ask them to change our plans and meet a little while later. Here's the thing.
I have a dog Janet, and she's been ill for almost two years now, as a tumor has been idling in her chest, growing ever so slowly. She's almost 14 years old now.I got her when she was 4 months old. I was 21 then ,an adult officially - and she was my child.
She is a pitbull, and was found in Echo Park, with a rope around her neck, and bites all over her ears and face.
She was the one the dogfighters use to puff up the confidence of the contenders.
She's almost 14 and I've never seen her start a fight ,or bite, or even growl, so I can understand why they chose her for that awful role. She's a pacifist.
Janet has been the most consistent relationship of my adult life, and that is just a fact.
We've lived in numerous houses, and jumped a few make shift families, but it's always really been the two of us.
She slept in bed with me, her head on the pillow, and she accepted my hysterical, tearful face into her chest, with her paws around me, every time I was heartbroken, or spirit-broken, or just lost, and as years went by, she let me take the role of her child, as I fell asleep, with her chin resting above my head.
She was under the piano when I wrote songs, barked any time I tried to record anything, and she was in the studio with me all the time we recorded the last album.

The last time I came back from tour, she was spry as ever, and she's used to me being gone for a few weeks every 6 or 7 years.
She has Addison's Disease, which makes it dangerous for her to travel since she needs regular injections of Cortisol, because she reacts to stress and to excitement without the physiological tools which keep most of us from literally panicking to death.

Despite all of this, she’s effortlessly joyful and playful, and only stopped acting like a puppy about 3 years ago.

She's my best friend and my mother and my daughter, my benefactor, and she's the one who taught me what love is.
I can't come to South America. Not now.

When I got back from the last leg of the US tour, there was a big, big difference. She doesn't even want to go for walks anymore.
I know that she's not sad about aging or dying. Animals have a survival instinct, but a sense of mortality and vanity, they do not. That’s why they are so much more present than people.

But I know that she is coming close to point where she will stop being a dog, and instead, be part of everything. She’ll be in the wind, and in the soil, and the snow, and in me, wherever I go.
 
 

I just can't leave her now, please understand.
If I go away again, I’m afraid she'll die and I won't have the honor of singing her to sleep, of escorting her out.
 
Sometimes it takes me 20 minutes to pick which socks to wear to bed. But this decision is instant.

These are the choices we make, which define us. I will not be the woman who puts her career ahead of love and friendship. I am the woman who stays home and bakes Tilapia for my dearest, oldest friend. And helps her be comfortable, and comforted, and safe, and important.
Many of us these days, we dread the death of a loved one. It is the ugly truth of Life, that keeps us feeling terrified and alone. I wish we could also appreciate the time that lies right beside the end of time.
I know that I will feel the most overwhelming knowledge of her, and of her life and of my love for her, in the last moments. I need to do my damnedest to be there for that.

Because it will be the most beautiful, the most intense, the most enriching experience of life I've ever known. When she dies.
So I am staying home, and I am listening to her snore and wheeze, and reveling in the swampiest, most awful breath that ever emanated from an angel.

And I am asking for your blessing.

I'll be seeing you.

Love, Fiona"
 
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Matanieves no miente

 
 

Las estadísticas que aseguran que Españistán es un país antitaurino mienten. No es lo mismo estar en contra de un espectáculo que resulta cruel y despreciable e implicarse en su abolición, que, simplemente, sentir indiferencia o desapego hacía un supuesto espectáculo rancio y deudor de la España más negra. La vergüenza nacional no nos duele lo suficiente como para posicionarnos en su contra. Tristemente, seguimos siendo mucho más ataurinos (o no taurinos) que antitaurinos.

Si fuéramos antitaurinos los toreros no pulularían en la prensa o los programas de televisión como si fueran actores o estrellas de rock. La audiencia cambiaría de canal asqueada cada vez que la vida amorosa de tal o cual toricida fuese exhibida como si se tratase de una información de interés nacional y nos indignaríamos profundamente cada que el/la presentador/a de turno se refiriera a uno de estos individuos como “maestro” al relatar sus sádicas “hazañas”.
 
 



Tampoco corearíamos “¡torero!” a alguien que acaba de realizar una proeza, ni apoyaríamos masivamente con nuestra presencia fiestas sangrientas (y muy rentables) basadas en espectáculos toricidas como San Fermín. Las vaquillas serían eliminadas de todas las fiestas locales y patronales y el gesto del pase toreril con la capa imaginaria no entraría en el repertorio de expresiones de alegría de un deportista cada vez que él/ella o su equipo ganan una competición.
 
Por otra parte, expresiones super taurinas que utilizamos de forma inconsciente como “ver los toros desde la barrera”, “te va a pillar el toro”, “echar un capote”, “estar para el arrastre” (recuerda al momento en que el toro, ya fallecido, es retirado de la plaza y “arrastrado” por mulas), “cambiar de tercio”, “hacer novillos”, “ponerse el mundo por montera”, “¡menudo embolado!”, “hacer una faena”, “coger el toro por los cuernos” o “salir por la puerta grande”, comenzarían a extinguirse poco a poco de nuestro vocabulario  por puro asco o vergüenza.
 




Si este país fuera mayoritariamente antitaurino un director de cine como Pablo Berger no habría ambientado su versión de Blancanieves en el mundo de los toros a menos que tuviera una clara intención de denuncia o satirización. Y, en el caso de ampararse en la excusa histórica o estética, cualquier otro país del mundo habría blanqueado o maquillado el tema toricida, destinando los toros utilizados en la película a un refugio en el que poder vivir una vida digna (aunque su intención sólo hubiera sido quedar bien de cara a la galería) tras el rodaje de la película. Sin embargo, culturalmente hay tanto desprecio e indiferencia y seguimos tan desinformados y embrutecidos en todo lo que respecta a la sensibilidad y los derechos de las otras especies, que los tres toros o actores forzosos de la película, fueron aprovechados para ser asesinados sin que el equipo de la película se molestarse en prever las posibles consecuencias, y, lo que es aún peor, sin que el público, los críticos o la industria digan “mu”.
 
 
 

Y es que Matanieves, a diferencia de las estadísticas, no miente. Nos guste o no, y a pesar de que a menudo ni siquiera seamos conscientes de ello, el mundo tauricida, como la religión católica, se ha colado en nuestro inconsciente infectándonos con una serie de introyectos que no sólo afectan nuestro léxico, sino nuestra realidad, la forma en la que asimilamos y transmitimos nuestra representación del mundo. Nuestra responsabilidad es, simplemente, desarrollar un antídoto o seguir infectados por la indiferencia colectiva.



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Tuesday, September 11, 2012

Alimentando al monstruo



A los monstruos
se los nutre o se los hiere
viven de noche cerrada
y se arrastran de rodillas.

Saben que parasitando
prendiendo en el centro amargo
apagan siempre la antorcha
envenenando el agua
del resto de las orillas.

Y aferrados a una isla
aferrados a una isla sola
encanecen,
embrutecen,
envilecen,
exterminan.

Si la sangre es tu argumento
cuando el monstruo ruge hambriento,
si no quieres desertar de la lanza como guía,
¡Autovampirízate y muere!
¡Extínguete ya, Tordesillas!





Dedicado, con mi más profunda aversión y desprecio, a todos los monstruos de Tordesillas.


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Wednesday, July 11, 2012

Arde Valencia



A pesar de que trato de evitar siempre, en todo lo posible, “robar” palabras de otr@s, este texto es tan contundente y necesario, que no difundirlo me parece una falta de solidaridad, no sólo hacia los voluntarios, sino, especialmente, hacía las víctimas.

Animales muertos en incendios
 Dra. Leonora Equivel Frías Fundadora de AnimaNaturalis Internacional

 "¿Por qué en la televisión no hablan de los animales que han muerto en los incendios?", nos preguntábamos todos. Desde el pasado jueves, más de 20 municipios de la Comunitat Valenciana, en España, han sido azotados por el fuego. Se estima que se han quemado más de cincuenta mil hectáreas de monte natural. Lo que antes eran parajes llenos de vida, hoy parece un terreno lunar, sólo queda ceniza, humo y silencio. No se oye el canto de los pájaros, no queda nada.
Ante la absoluta ausencia de noticias sobre la cantidad de animales que podrían haber muerto (y que con seguridad ya habían muerto) en la zona, comenzamos a comunicarnos por teléfono y redes sociales, y las noticias eran abrumadoras. A quienes poseían animales de granja, no les habían dejado evacuarlos, bajo amenaza de denuncia. Ninguna noticia hubo sobre rescates de animales, y muchos ancianos tuvieron que ser evacuados de sus casas a la fuerza por los bomberos al negarse rotundamente a abandonar a sus animales, con quienes, hasta ahora, habían compartido sus solitarias vidas.

Armados de gasas, vendas, sueros y todo tipo de material de auxilio, contando con la ayuda de activistas venidos de otras zonas de la geografía del Estado, e incluso veterinarios, nos desplazamos a una de las zonas afectadas, teniendo en conocimiento que dos granjas habían sido alcanzadas por el fuego. Funcionarios del Ayuntamiento se negaron a darnos la localización de dichas granjas, nos enviaron a varios pueblos diferentes con la promesa de ser útiles en otros en otra parte, pero nadie quiso nuestra ayuda, no éramos necesarios si no éramos brigadistas expertos. Tampoco fueron necesarios dichos brigadistas, no dejaron que nadie ayudara ni a los animales, ni a sofocar el fuego, o refrescar la zona una vez pasado el peligro.




En un último intento nos desplazamos hasta el cuartel del SEPRONA, cuerpo responsable de Fauna y Flora y les explicamos la situación: "queremos ayudar, estamos más que preparados, no nos asustamos, sabemos que han muerto miles de animales porque han prohibido liberarlos o evacuarlos, sabemos que hay animales quemados, ciegos, sordos, deshidratados, perdidos, muriendo en silencio... nuestras manos voluntarias están deseosas de brindar una segunda oportunidad a quienes no pueden valerse por sí mismos". Sin embargo, la respuesta fue contundente: la Guardia Civil nos prohibió terminantemente ir al monte a salvar vidas. No era porque hubiera peligro de quedar atrapados en el incendio (porque éste estaba sofocado) sino porque los animales del monte son 'propiedad privada'. Atenderlos o socorrerlos de cualquier manera es motivo suficiente para que podamos ser denunciados por robo de propiedad privada'. Y no se limitó a eso, también nos prohibieron ayudar a los animales de los ganaderos o vecinos del pueblo: en caso de que los atendamos de cualquier forma, podrían iniciar contra nosotros un procedimiento 'ex oficio' (sin intervención del propietario legal de dichos animales).

Intentamos negociar, les decimos que entendemos que en una situación normal no nos llevaríamos nunca un animal de su entorno natural (¡si lo que queremos es que vivan en libertad!), pero que siendo una situación tan extrema, donde el entorno ya no existe, y donde ningún animal ha sido evacuado o ayudado, es lógico pensar que no hay razón para estos procedimientos, era una situación completamente atípica. Pero no nos dieron opción alguna, sólo nos dijeron que si socorríamos a los animales seríamos denunciados.

Ante estas impactantes declaraciones, no tuvimos más remedio que dar la conversación por terminada. Hablando con gente de la zona, sabemos que se echaron al monte de todas formas, tratando de rescatar a quienes pudieran, y así lo hicimos nosotros: horas caminando bajo el sol por un monte yermo y desolado, donde el silencio era atronador, donde la ceniza te cubría las botas. Vagamos por la zona con el pulso acelerado y el corazón encogido, tratando de encontrar a alguien que necesitase ayuda para poder socorrerlo, pero deseando fuertemente no encontrarlo, porque eso sería una buena noticia. Nos sentimos mal por todo lo que miramos alrededor, por todo lo que se ha perdido.

Finalmente no localizamos vida el primer día. Al llegar a casa supimos que el otro grupo vio animales calcinados, y que un chico socorrió a una cabra, hidratándola durante dos horas, esperando a unos servicios de emergencias que, a pesar de haber sido alertados de la gravedad del asunto, nunca llegaron. La cabrita se le murió en los brazos, quemada y aterrada, sin que él pudiera hacer nada para remediarlo.




Somos muchas las personas que nos preocupamos y nos ocupamos de los animales, somos muchas las personas que quisimos echar una mano en el peor incendio que ha vivido nuestra tierra, la casa de los animales. Es difícil no sentirse profundamente afectado e impotente viendo como miles de animales han muerto calcinados sin que nadie haya decidido evacuarlos, sin que nadie oyera sus gritos.
Nos queda por delante un trabajo muy duro: todos los días salen grupos a peinar las zonas afectadas, y por suerte sí han localizado animales que habían podido huir de las llamas y estar a salvo. Otros han sido rescatados y ya están en santuarios y centros de recuperación de Fauna. Seguiremos haciendo excursiones, cruzando ríos mojándonos las piernas cansadas de escalar por la piedra, seguiremos inhalando ceniza hasta toser, seguiremos con el pulso acelerado y el corazón encogido, porque nuestras manos son para ayudar, porque aún quedan vidas por salvar.

No me sorprendería si esta tierra hoy desierta, en unos años fuera edificada. Incendiar zonas protegidas es una treta común para que las constructoras consigan el permiso legalmente denegado. No se puede derribar un bosque, pero sí construir sobre uno incendiado.
Los activistas por los derechos de los animales estamos cansados de que en este tipo de catástrofes se atiendan y contabilicen únicamente las vidas humanas. No era un asunto de salvar a unos y dejar morir a otros, era un asunto de intentar salvar a todos, o a los más posibles y había manos dispuestas a ello.

Si estos incendios en Valencia fueron provocados, los responsables deben ser sancionados, pero ¿quién será el responsable de las muertes de los cientos de animales que no permitieron evacuar o atender? Esas muertes pesarán para siempre en su conciencia, aunque para esa persona sólo fueran "propiedad privada".



Si este grito te ha alarmado y/o conmovido, compártelo.

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Sunday, July 01, 2012

Nutella vegana



Tras una durérrima (y nada exitosa) entrada sobre los campos de concentración galliniles, necesito algo dulce para compensar, no sólo ese mal trago, sino otro realmente duro a pesar de ser bastante menos dramático y trascendente: mi cumpleaños.

¿Creías que los veganos renunciábamos a delicias como la nutella? A pesar de contar con varios sucedáneos en cualquier tienda de eco-alimentación, confieso la que más me gusta, con diferencia, es la nutella casera. ¡Es facilísima y, además, no tiene conservantes ni colorantes! Y es que sólo hay que cambiar leche de vaca por leche de avellanas. ¿Te animas a probarla?




Ingredientes (para casi dos vasos)

100 gr de cobertura de chocolate negro
80 gr de avellanas tostadas y peladas
100 gr de leche de avellanas (o de soja)
80 gr de azúcar integral
30 gr de margarina


Preparación

1- Triturar las avellanas con el azúcar, agregar la leche y batir hasta formar una crema sin grumos.

2- Deshacer el chocolate al baño maría con la margarina.

3- Juntar las dos cremas y batir nuevamente hasta formar una crema homogénea, lisa y suave.

4- Verter en los recipientes y conservar en el frigo.




Enjoy! ;)

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Sunday, June 24, 2012

Lo que Sergio se calló: ¿cómo llega el huevo al plato?



En un horrendo programa de cocina presentado por un tal Sergio Fernández, movidos, tal vez, por un (falso) afán anestesia... digo pedagógico, se han adentrado en una granja aviar para mostrar muy objetivamente, cómo se producen los huevos (enseñando, claro esta, a las gallinas más jóvenes y con plumaje más lustroso). Al parecer, los animalistas del mundo nos equivocamos y estas aves, en lugar de en campos de concentración, están en hoteles de 5 estrellas en los que "la granja tiene que acomodarse a ellas porque las gallinas no entienden de horarios" (ah, ¿pero no se levantaban con el primer rayo de sol y se acostaban con el último?) y "siempre tienen abundante comida y bebida a su disposición". Vamos, que sólo les faltaba decir que, en las granjas ponedoras, un gallo sexy pasa cada dos o tres horas, aproximadamente, a practicarles un masaje. Esto es lo que no contaron ni mostraron:

- La mitad de los pollitos que nacen con destino ponedoril son machos, así que, como la naturaleza no les ha dotado para poner huevos y no resultan rentables, se los mata al cabo de dos días, asfixiándolos o arrojándolos aún vivos a la trituradora de alta velocidad. El número de muertes anuales siguiendo esta práctica asciende a muchos millones.

- Cuando las hembras están en edad de poner huevos (16 ó 18 semanas), se trasladan a una “instalación queen” general que consiste en varios edificios, cada uno de ellos de la longitud de un campo de fútbol, llenos de filas de jaulas metálicas, apiladas a veces hasta el mismo techo: es lo que se llama "gallinas de batería". Estas jaulas tienen el suelo en desnivel, de forma que el huevo ruede hasta una cinta transportadora camino del siguiente paso de producción.


- Para optimizar la producción de cada edificio, se encajan tantas gallinas en la misma jaula como sea posible, y cada animal dispone de una superficie similar a la de medio folio de papel. Las condiciones son reducidas e impiden al animal realizar conductas normales como anidar y asearse, ambas básicas para las gallinas.

- Las jaulas se apilan unas sobre otras, y los excrementos caen sobre las gallinas que se encuentran debajo. El amoniaco y el hedor de las heces contaminan el aire, y proliferan las infecciones y las enfermedades (cuando el amoníaco se fija en la piel resulta extremadamente doloroso).

- Cada edificio puede albergar unas 200.000 gallinas, e incluso más, produciendo cada una de ellas una media de huevos superior a los 260. Las estadísticas de 1940 indicaban una producción de 134 huevos por gallina y año, lo que nos da una idea de las manipulaciones genéticas y ambientales que se han llevado a cabo para duplicar la producción.

- Ni que decir tiene que esta puesta intensiva es completamente antinatural, y provoca todo tipo de secuelas en los cuerpos de las gallinas. El hacinamiento extremo y las condiciones artificiales generan múltiples problemas, incluyendo daños y lesiones en las patas y las plumas por las propias jaulas. Por si esto no fuera suficiente, añadimos la absoluta falta de ejercicio sumada a la superproducción de huevos, y tenemos osteoporosis y fracturas óseas.


- Forzadas a una vida entera de pie, se les deforman las patas, el alambre corta sus dedos, que además se arquean y se convierten en garras al sostenerse en una superficie inadecuada. La osteoporosis es una afección común en estas gallinas, ya que sus cuerpos pierden más calcio en la producción de cada huevo del que pueden asimilar en su alimentación. Una revista del sector (Lancaster Farming) afirmaba que "una gallina gasta al cabo del año en producir huevos una cantidad de calcio superior a la de su propio esqueleto". La falta de calcio les provoca fracturas óseas, parálisis y la muerte.

- También, debido a este apilamiento hay millones de aves que pueden sufrir asfixia en las olas de calor, ya que no hay la ventilación adecuada. Para más inri, las heces y el polvo crean una atmósfera insalubre.

- Picarse unas a otras de forma constante es una de las reacciones de las gallinas para combatir el stress. Para reducir los daños derivados de esto, la industria de los huevos ha ideado un proceso: cortarles un trozo de pico (se realiza con una hoja al rojo vivo; no les dan calmantes, y algunas, incapaces de comer por el dolor, mueren deshidratadas y con el sistema inmunitario deshecho). Con ello, les seccionan también las terminaciones nerviosas del pico, que puede degenerar en anomalías del tejido nervioso.

- Pero aún hay otra espeluznante cosa más. Algunas de estas fábricas de huevos provocan la "muda forzada": se deja a la gallinas sin comer ni beber durante dos semanas, a oscuras, provocando que todas muden sus plumas a la vez, ya que la muda hace comenzar de nuevo el ciclo de la puesta de huevos cuando la producción baja (esta práctica hace que pierdan las plumas y un significativo porcentaje (25%) de su peso normal; de hecho, muchas (10%) mueren de hambre y deshidratación). De esta forma, alargan la productividad económica de estos animales. En comparación, las gallinas ponedoras de granjas ecológicas o granjas tradicionales que no viven en jaulas, llevan una vida gallinácea más normal y tienen espacio para moverse y para aletear. Pueden socializarse y desarrollar conductas vitales como escarbar en el suelo y asearse.



- Después de un año o dos, las gallinas dejan de ser rentables y se envían al matadero, son "gallinas gastadas". Sus huesos frágiles se suelen romper durante el viaje o ya en el matadero. En general, acaban siendo ingrediente de sopas, caldos o productos cárnicos similares de bajo contenido en pollo (sus cuerpos pueden ir totalmente triturados para que el consumidor no detecte hematomas ni heridas).

- Los productores de este tipo de huevos han encontrado en los mataderos avícolas y en los subproductos de gallina una nueva posibilidad para deshacerse de las "gastadas", incluyendo su inclusión en el pienso para animales de compañía.

- En todo el mundo, se calcula que hay miles de millones de gallinas ponedoras, y de ellas casi el 80% viven en jaulas de batería durante toda su vida. Sólo en la Unión Europea hay unos 305 millones de gallinas, y el 90% están en estas jaulas.

- En Europa, estas instalaciones en batería están empezando a sustituirse en muchos países, empezando por Alemania, Suecia y Suiza, por “jaulas mejoradas”. Para 2012, en teoría, deberían haber estado prohibidas en toda la Unión Europea, sin embargo, una mayor calidad de vida gallinácea conlleva, lógicamente, el encarecimiento del producto. ¿Estará dispuesto el consumidor a pagar más? ¿cuánto tiempo se postergará el cambio total? Como veis, no parece haber demasiada prisa en “matar las gallina de los huevos de oro” ;)

Fuentes príncipales: The Farm Sanctuary, The Humane Society of the United States, PETA



Y esta, básicamente, es la explicación de por qué hace 3 años eliminé quirúrgicamente los huevos (incluso, los camperos) de mi dieta forever ;)

Sunday, March 04, 2012

Bad milk



Desde que me hice vegetariana he utilizado (un poco ingenuamente) la presencia de leche de soja en locales y supermercados como medidora de eco-conciencia.

Hacia finales de los 90 había una marca de leche de soja en todos los hipermercados y, con suerte, en algún super de barrio. Esa única leche vegetal, que tenías que consumir sí o sí, no tenía demasiada competencia, estaba en su “fase oral” y, la mayoría de las veces, como diría Ned Flanders, sabía a rayos y centellitas.

Ahora se puede elegir. No sólo tienes media docena de marcas de leche de soja en cualquier supermercado, sino que también puedes decantarte por la milk de avena, de arroz, de avellana o de almendra. Las diferencias entre unas y otras, incluso entre las que utilizan el mismo ingrediente base, son notables, así que es cuestión de someterse al tedioso proceso del ensayo y error hasta encontrar “la niña de tus guisos”.




También ha cambiado el consumer target. La leche vegetal ya no es cosa de animalistas concienciados o hippies excéntricos, sino que, además, la toman personas que cuidan su dieta, intolerantes a la lactosa, todos aquellos a los que les gusta experimentar con la variedad o, simplemente, quienes no soportan el sabor del jugo mamario vacuno.

En la mayoría de los bares, cafeterías y restaurantes, sin embargo, su uso, resulta, no sólo menos frecuente, sino casi insólito, de tal forma que, aún hoy, al preguntar por una alternativa vegetal, hay quien frunce en ceño y te mira con recelo, como si, en lugar de leche de soja, hubieras pedido algo inconcebible, como leche de burra.

Lamentablemente, en muchas ocasiones, en parte por desgaste y en parte por conformismo, se da la batalla por perdida de antemano, lo cual resulta tremendamente contraproducente. Los no consumidores de leche de vaca no deberíamos renunciar a un café, a un helado, un postre o al uso de mahonesa o de bechamel en cualquier plato (todos fácilmente sustituibles por una alternativa vegetal) sin, al menos, dejar claras nuestras preferencias, o, incluso, protestar amablemente por ello (no demos más municiones a la mayoría inconsciente de las que ya tiene).




Me atrevo a asegurar que tod@s los no cow milk drinkers tenemos una o varias anécdotas en nuestro museo particular de los horrores. Curiosamente, en mi caso, la más llamativa ocurrió, inoportunamente, en un hospital hace pocas semanas. Tuve la poca delicadeza de preguntar cuántos tipos de té había en la cafetería, y fui contestada con “¿y qué mas da que sea verde, negro o rojo?” (insulto number one) en ese tono entre la chulería y el paternalismo que utilizan esos hombres machistas que necesitan sentir que tienen el dominio en cualquier situación (cuando, en la mayoría de la veces, dista mucho de ser así).

Con todo el dominio del que fui capaz, le dije que quería un té negro con leche. Mientras lo preparaba, de mala gana e incapaz de comprender el hecho insólito de que alguien quisiera mezclar té con leche sin prescripción médica, no pudo reprimirse, y pronunció un sonoro y grosero “esto es una mariconada” (insulto number two). Antes de que pudiera responderle asertivamente, colocó el té frente a mi, mientras una nueva perla salía de su boca “desde luego, como os engañan con estas paridas” (insulto number three).

Creo que nunca he sentido más ganas de abofetear a alguien. Cuando salí de la cafetería (que no volvería a pisar en todos los días posteriores) no tenía claro si lo que más me había dolido había sido ser el objeto de aquel despliegue de zafiedad y estupidez supina o el hecho de saber que un energúmeno despreciable trabajaba en el lugar en el que más seres vulnerables por metro cuadrado hay en el mundo.




*

Saturday, January 28, 2012

I love noodles!



¿Qué es más satisfactorio que descubrir una rica receta vegana? Encontrar una que le entusiasme a toda tu familia, independientemente de su grado de carnivorismo militante. Lo confieso: los noodles han revolucionado mi rutina culinaria. ¡No consigo entender cómo he podido sobrevivir tantos años sin ellos!

Estaba harta de verlos únicamente en los restaurantes orientales y en las películas. “Tengo que probarlos en mi terreno” me dije. Asi que busqué y requetebusque recetas, hasta que Sir Google me regaló 3 deliciosos platos, de los cuales os muestro los dos más sencillos.


Option number 1: Noodles con broccoli

Ingredientes:

- Noodles (una ración son unos 50-70 gr por persona)
- Broccoli
- Ajo
- Cebolla
- Salsa de soja
- Aceite de oliva
- Sal

Instrucciones:

1- Lavar y trocear el brócoli. Después, hervirlo con agua y sal durante unos 20 min aproximadamente.

2- Cortar ajo y cebolla y saltear en una cucharadita de aceite hasta que se doren. Si, como en mi caso, se odia estos dos ingredientes con toda el alma, retirar el ajo y cebolla de la sartén (aunque lo ideal sería utilizar un wok).

3- Hidratar los noodles (cada paquete tiene unas instrucciones específicas, pero, según los que yo utilizo, se pone agua y sal en una cazuela grande (el tamaño sí importa en este caso) y cuando the water rompe a hervir, se retira del fuego, se añaden los noodles y se remueven durante 4 minutos para evitar que se peguen. Posteriormente, se cuelan, se les añade agua fría (esto los endurece, volviéndolos ricos-ricos), y se vuelven a colar).

4- Agregar los noodles y el broccoli a la sartén/wok y remover para que se mezclen bien los sabores. Posteriormente, añadir la salsa de soja, mover un par de minutos más y… voilà!




Option number 2: noodles con champiñones, pimiento rojo y zanahoria

Ingredientes:

- Noodles
- Champiñones
- Pimiento rojo
- Zanahoria
- Cebolla
- Guindilla
- Salsa de soja
- Aceite de oliva
- Sal

Instrucciones:

1- Cortar los champiñones en láminas y los pimientos y las zanahorias en tiras.

2- Dorar un poco de cebolla y una guindilla en aceite de oliva. Posteriormente, añadir las verduras más duras (o séase, el pimiento y la zanahoria) y remover contínuamente para que no se peguen. Añadir sal y cuando estén casi listas, agregar también los champiñones.

3- Mientras se preparan las verduritas, poner agua en una cazuela o cazo e hidratar los noodles como en la receta anterior.

4- El cuarto paso también es calado al de los noodles con broccoli. Añadir los noodles al wok o sartén, remover, añadir salsa de soja (¡ñam!), remover un pelín más y degustareis uno de mis platos favoritos.

Bon appétit!

P.S. Si alguien se anima a hacer alguno de los platos y/o tiene alguna otra sugerencia noodleil, please, let me know! ;)
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