Tuesday, September 11, 2012

Alimentando al monstruo



A los monstruos
se los nutre o se los hiere
viven de noche cerrada
y se arrastran de rodillas.

Saben que parasitando
prendiendo en el centro amargo
apagan siempre la antorcha
envenenando el agua
del resto de las orillas.

Y aferrados a una isla
aferrados a una isla sola
encanecen,
embrutecen,
envilecen,
exterminan.

Si la sangre es tu argumento
cuando el monstruo ruge hambriento,
si no quieres desertar de la lanza como guía,
¡Autovampirízate y muere!
¡Extínguete ya, Tordesillas!





Dedicado, con mi más profunda aversión y desprecio, a todos los monstruos de Tordesillas.


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