Wednesday, November 25, 2009

Diez cosas honestas sobre mí misma




1- Cada vez que algún omnivorito me suelta en plan jocoso “¿Y no echas de menos la carne?” me quedo con ganas de contraatacar con “En absoluto, lo compenso con el sexo”, pero siempre me corto.

2- Lo más duro de la última conversión (o séase hacerme vegana) ha sido lo mismo que cuando me convertí al ovo-lacto-vegetarianismo: la falta de apoyo de mi entorno. De repente, casi todos los que me conocen son unos expertos en nutrición anunciando machaconamente "el Apocalipsis de mi salud".

3- Creo que podría colarme por mucha gente, pero dudo que fuera capaz de compartir mi vida con alguien que no estuviera concienciado y no sintiera un gran respeto por los animales, aunque no fuera un vegetariano estricto como yo.

4- Cada vez que voy a hacer la compra y miro los ingredientes de las galletas, chocolates, etc, me da un bajón y me reafirmo en la idea de que en nuestro maravilloso país es very complicated encontrar un producto alimenticio que no esté “manchado de sufrimiento”. ¿Por qué casi todos los dulces llevan huevo o leche? ¿es realmente necesario que unos cereales contengan milk?¿qué pasa con los alérgicos a la lactosa? ¿por qué en un bar tenemos que renunciar a algo tan sencillo y placentero como un café habiendo tantas alternativas?.

5- Me revienta que la mayoría de los personajes vegetarianos de las series y las películas sean hippies/excéntricos/supermegaespirituales/hipersensibles. Es un patético intento de brainwash masivo para que la culpa omnívora no se active. Si los vegetarianos seguimos siendo los raritos, los alternativos o “los otros”, el resto seguirá sintiéndose pasivo, no critico, “a salvo” en su homogeneidad.

6- Si no hubiera sido por los gatos, perros, burros, cabritillos, etc. con los que conviví intermitentemente de niña, yo habría sido emocionalmente autista. Los otros animales han sido y serán siempre mis héroes.

7- No me cuesta renunciar a un supuesto manjar si sé que tiene algún ingrediente de origen animal. No me supone ningún sacrificio porque desde el momento en que conozco su composición, para mi deja de formar parte de la categoría de alimento.

8- He descubierto con dolorosa incredulidad que la mayoría de la gente sigue pensando que los animales que acaban en su plato llevan una vida digna. Me cuesta horrores no hablarles de “los campos de concentración de animales” por los que pasan los pollos, cerdos o vacas que se comen. Y no lo hago porque resultaría contraproducente y se cerrarían en banda. Sé que pronto encontraré el tono para hablarlo y que muchos se replantearían muy seriamente su opción si conocieran, simplemente, una décima parte del horror y el tormento gratuito por los que sometemos diariamente a millones de vidas.

9- Me conformo con pequeñas cosas para ser feliz: compartir una comida veggie con la gente que quiero, abrir un frigorífico y ver únicamente cruelty-free products, conocer a un chico vegetariano...

10- Sé que tarde o temprano acabaré viviendo en otro país mucho más abierto y concienciado. Un lugar ecléctico y cosmopolita en el que nadie me pida explicaciones sobre mi opción culinaria y la oferta cultural deje sin aliento.


Gracias a la encantadora CMQ por este premio a la honestidad. Le paso el testigo de “10 cosas honestas sobre mi mism@” a cuatro green warriors en toda regla que no sólo son tremendamente honestos, sino que me inspiran y me hacen sentir menos sola en mi cruzada verde. Luby, Winnie, Carina Felice y Scissorhands, gracias por vuestros blogs. Un beso enorme para tod@s.
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