Monday, December 12, 2011

Regalos que odia Papá Noel



Me consta, por la indiscrección de algún duende, que hay un regalo que a Papá Noel no le gusta nada en absoluto. No son poc@s a los que se les antoja pedirse un perro, un gato, un canario o una iguana como si fuera el último perfume de Agatha Ruiz de la Prada (cada año saca uno nuevo y siempre olvidamos por completo al anterior). No hace falta decir que más de la mitad de estos caprichos acabarán formando parte de la colección de juguetes rotos que mueren en las perreras, las calles y/o las manos de algún/a psicópata.

Comprar un animal en una tienda sólo beneficia a los "fabricantes de animales". En el mejor de los casos, el cachorrillo que se adquiere pertenece a un particular que tiene 3 ó 4 hembras de cría. La "calidad  del material", osease de los cachorros, puede ser mínimamente decente en cuanto a higiene, socialización y alimentación. Sin embargo, el vendedor en cuestión, normalmente, comerciará con sus vidas como si fuera otro producto más y nunca pondrá demasiadas pegas ni pedirá requisitos mínimos. No le importará demasiado quién se lleve a un animal, mientras esa persona pague el precio establecido.

En el peor de los casos, los animales que nos miran con ojos suplicantes en los centros comerciales, pertenecen a las puppy mills como las llaman en USA. Se trata de criaderos masivos en los que las hembras son explotadas, camada tras camada, para obtener de ellas la mayor cantidad de cachorros posible. Obviamente, todas irán desgastándose hasta acabar con “cuerpo de acordeón”, para  finalizar siendo desechadas en el momento en que dejan de ser "óptimamente productivas".

Por si esto no fuera suficientemente despreciable, los cientos o miles de animales que componen estos "criaderos mascotiles" son hacinados en jaulas minúsculas, a menudo, en unas más que pésimas condiciones higiénicas y con una alimentación, como mínimo, cuestionable.

Ni que decir tiene que los animales que no reúnen "los requisitos mínimos de su raza"  (o séase, orejas caídas, colas no suficientemente ahuecadas, constitución enfermiza, etc) son sacrificados sin miramientos. Cuando los animales alcanzan una edad "no vendible" les espera el mismo e implacable destino.

Como se ha mencionado unos párrafos más arriba, más de la mitad de estos animales fabricados en serie está destinado a ser abandonado. Si tiene suerte, acabará en un refugio o siendo adoptado por una buena familia. Desgraciadamente, estos casos siguen siendo extraordinarios.

A nadie se le ocurriría comerciar descaradamente con vidas humanas o considerar ético comprar a otro ser vivo de su propia especie (aunque haberlos, haylos); sin embargo, los otros animales siguen siendo objetos de usar y tirar sin que la mayoría de nosotr@s se cuestione qué se esconde tras la jaula/cristal de la tienda o en qué condiciones llegó hasta allí. Por cada perro o gato que se compra en un impulso o capricho navideño, no sólo se reducen las posibilidades de salvarle la vida a otro que ya haya sido abandonado, sino que se alimenta la rueda de la crueldad, el sufrimiento, el abandono y la muerte. Una rueda a la que sólo la mueven la ignorancia, la indiferencia… y el poderoso caballero que es Don Dinero.

En Navidad, o en cualquier otra fecha, piénsatelo muy bien antes de compartir tu vida con esa carita adorable y redonda que maulla/ladra/babea tras los barrotes. Y si te sientes supervitaminado e hipermineralizado, ¡nunca compres! ¡¡¡Adopta!!!


8 comments:

  1. Me encanta la cara de cabreo que tiene el gato de la foto. Es como si estuviera diciendo: sí, si, tú humillame con este traje, pero sooner or later mi venganza caerá sobre ti...

    :)

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  2. En mi infantil edad, completamente ignorante, siempre les pedí a mis padres un perrito o un gatito para reyes. Menos mal que jamás me lo compraron. Menos mal.

    Me dan asco las tiendas de animales, casi tanto asco como los toros, que creo que es la actividad que está en mi podio de la repugnancia.

    Grandísima entrada. Joder, da para un relato navideño: Papá Noel o los Reyes o el Olentxero (creo que un repartidor de regalos típico vasco de las leyendas, ¿no?) se niega a regalar animales y crea una crisis. ¿No lo pensaste como un cuento para niños? Creo que da juego.

    Besitos optimista-navideños.

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  3. Suscribo lo dicho por Cinemagnific y añadiría educación obligatoria en el colegio.......los animales no son un regalo!!!!!(y menos las serpientes)

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  4. totalmente de acuerdo con el post.

    yo tengo tanto complejo scissorhands que no tengo (ni he tenido) plantitas en casa; ni siquiera uno de esos cactus irreductibles frente a viento y marea.

    no sé de historia por lo que no sé en qué punto gatos y perros se empezaron a encariñar con los humanos (cosa realmente incomprensible from my point of view)...

    me encantó una novela de jack london, creo, que se llamaba, creo, llamada de la naturaleza, en el que un perro se escapa de la brutalidad de su amo para revelar su verdadera naturaleza.

    yo veo la naturaleza y los animales, como entes en libertad. por eso sería incapaz de "encadenarlo a mi". no sé, siempre me ha sonado raro las correas y los bozales...

    bss

    j

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  5. ¡Gracias, chicos!

    Me pensaré lo del relato. ¡Me encanta la idea!

    :)

    Kisses al cuadrado ***

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  6. anyway si tendemos a un mundo en que "elegimos" qué tipo de descendencia vamos a tener...tenderemos a "animales de compañía al gusto" ... todo en una carta de un mundo en el que no me gustará estar :S

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  7. Motoko, afortunadamente para nosotros y desgraciadamente para ellos, la convivencia y socialización durante miles y miles de años, ha convertido a gatos y perros en seres dependientes del ser humano (no al resto de las especies, ojo). Como la dependencia mutua está ahí y es algo que aqui y ahora no se puede evitar, creo que, en las mejores condiciones, puede ser una relación muy satisfactoria para ambas partes. Convivir con un can o un cat no me parece un encadenamiento: es un regalo.
    Suena cursi y noño, pero es una de las relaciones más magicas que se pueden tener. No hay rencores, ni malos rollos, ni frustraciones, ni dobleces, ni heridas, ni expectativas no cumplidas: te dan todo lo que esperas y necesitas y más. Son la pureza y la ternura total y absolutas. Sana mucho convivir con un ser así, te lo aseguro.

    Espero que algún día te enamores de algún peludín. Y también espero estar ahí para verlo y decirte "I told you!".

    Kisses interespecie ***

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  8. Jop, que estamos cruzados, nene!. Eso de las alteraciones ya se hace, desgraciadamente. Si no, ask a cualquier criador. Hay una raza de gatos a los que les han acortado las piernas para que "no salten y se muevan menos". Además, algunos los desungulan para que no arañen (lo cual es una monstruosidad porque un gato sin garras se siente vulnerable y no sabe movers)e. A algunos perros, por otra parte, se les "opera" para que no ladren. En fin, no sé dónde llegará, pero la pesadilla ha empezado ya...

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