Cuando eres “eco-sensible”, además de toparte diariamente con muchas frustraciones y dolores de corazón y de cabeza, básicamente, descubres dos cosas:
- Que ser solidario equivale en muchas ocasiones a ser solitario (y otras muchas a convertirte directamente en paria).
- Que te transportan al nirvana cosas que resultan ridículas o indiferentes a la mayoría de los mortales.
Ejemplo number 1:
Un día llegué a casa dando saltos de alegría al más puro estilo Burt Lancaster en la película Trapecio. “¿A qué no sabes que he comprado?” le repetía una y otra vez a mi madre. Además de hacerme notar una regresión a la víspera de reyes de mi infancia, las primeras opciones de la buena mujer fueron “¿un libro?¿alguna película?¿ropa quizá?”. Ante semejante despiste materno, y con la intención de acortar un juego de adivinanzas que podría haber durado 15 años, contesté exultante: ¡norl! Algo mucho más especial que todo eso: ¡bolsas de basura... de plástico reciclado!.
En ocasiones, en sueños, aún veo la mandíbula desencajada de mi madre...
Ejemplo number 2:
El otoño pasado abrieron un Bio-Super en mi ciudad. Ni que decir tiene que pasear semanalmente por sus estanterías llenas de productos veggies importados, en su mayoría, de Francia y de Italia (¡estudiar idiomas finalmente ha dado sus frutos!) es lo más parecido al paraíso en la tierra para un vegano.
Hace un par de semanas, mientras llevaba unos yogures de soya con caramelo en una mano y un paquete de croissants en la otra, de repente, recreé, para bochorno de todos los que me rodeaban, “el éxtasis de Santa Teresa” en carne y hueso y sin proponérmelo. Pero como no hacerlo, si ante mi había ¡un lavavajillas líquido ecológico con botella rellenable! ¡No sólo contamina menos, sino que se reutiliza la botella en lugar de comprar una nueva y por cada nueva “recarga” te hacen un 20% de descuento! ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!
Y es que, como ya he mencionado anteriormente y por muy incomprensible que pueda parecer, hace falta muy poco para sentir la “felicidad verde”.
yo ahora mismo estoy en un especial estado de alerta porque tengo que buscar sitio para situar mis 5 tipos diferentes de basura que genero, y con lo chico que es donde vivo y mi nula capacidad para controlar el espacio, es una tarea supercomplicada :S
ReplyDeletesiempre es bueno encontrar vías de escape porque sometimes, ni siquiera los que están a favor lo hacen bien. leí hace días esta noticia que hace que se te pongan los pelos de punta http://blogs.elpais.com/el-comidista/2011/04/escandalo-falsas-fotos-veganas-vegnews-quarrygirl.html y digas eso de "Et tu, Brute"
soy un defensor acérrimo de las pequeñas grandes alegrías!!
bss
j
Sólo te puedes fiar de una publicación de ese tipo si sus creadores también son veggies, sino... el lado oscuro (también llamado money), siempre vence. Que tristeza...
ReplyDeleteAhora me costará aún más decidirme por las fotos de las recetas que cuelgue :S
En mi ciudad abrieron "La huerta de San Miguel", un ecocenter al que yo le echaba unos 2 meses para su cierre y para mi sorpresa y satisfacción lleva alrededor de 3 años. Aunque vendan carne, es la única tienda en mi ciudad en la que puedo encontar los productos necesarios, la mayoría importados.
ReplyDeleteEl mayor super vegano que yo he visto está en Lisboa, me quedé realmente impactado de la gran cantidad de estanterías albergando productos y más productos en su mayoría desconocidos para mí.
Oye no sé si te has enterado de la huelga de hambre de la activista Beatriz Menchén por la matanza de animales en la perrera de Getafe. Éste es su blog http://beatriz-menchen.blogspot.com/
Saludos, besos!!!
Me encantan las fotos de las entradas!!!