“Puedo intentar solucionar el problema de su tostadora, pero ha de saber que las probabilidades son casi mínimas. Es vieja y el resultado no ofrece garantías. Piénselo bien, pero creo que no le compensa. Puede acabar gastándose un pastón en ella, mientras una nueva le saldría mas barata”.
Si substituímos la palabra tostadora por gato, voilà el sensible y cuidadoso diagnóstico de mi peluchín, hace algo más de tres meses. Y es que mi pequeño lo tenía todo en su contra: trece añazos, raza persa, anemia, niveles mínimos de potasio y, lo peor del cuadro clínico, un tumor en el estómago que, al parecer, era el más potente de todos. Operarle saldría caro carísimo carérrimo, tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir y, además, el más dificil todavía: muchas papeletas de que se le reprodujera de nuevo. Sin embargo, en mi casa, nadie se planteó, ni por un segundo, la opción de “no operation”. Andy era un miembro de la familia y, por lo tanto, cualquier consideración especista resultaba, no solo inhumana, sino moralmente despreciable. ¿Acaso si hay una mínima probabilidad de salvar a un ser querido, sea quien sea, no nos aferramos a ella?
Las estadísticas cantaban, pero mi gato maulló más fuerte. A pesar del escepticismo del doctor Descartes, Andy no sólo sobrevivió a la operación, si no que evolucionó tan bien, que a los tres días, ya estaba correteando y esparciendo ADN por casa.
En una de las múltiples visitas veterinarias durante la fase convaleciente, sin embargo, el personal veterinario, capitaneado por el arriba mencionado “arregla-animales”, nos sorprendió con una muestra más de sensibilidad y sutileza, esta vez empapada de jabón:
“Mucha gente habría dejado morir a su mascota y no invertir dinero en una operación que no ofrece casi ninguna garantía, pero vosotras, en un acto de generosidad, habéis decidido regalarle a Andy un tiempo más de vida”.
Mientras reprimía mis impulsos de rociarle con napalm o empalarle al más puro estilo Holocausto Caníbal, me sobrevino una tristeza abrumadora. No sólo por los animales no humanos cuyas familias habían elegido “tostadora”, sino por tod@s los doctores Descartes del mundo, que, o mi intuición me engañaba, o seguían siendo mayoría.
Tres meses después, mi guapísimo pelirrojo ya ha recuperado del todo su oronda figura, su vitalidad, e incluso su pelo (¡Es mi héroe!). Durante el último encuentro con el Dr House del mundo veterinario, y aún sorprendido por su espectacular recuperación, la excusa-explicación fue “claro, el animal ha sobrevivido porque durante toda su vida ha estado bien alimentado”.
Nutrición, of course. Esa es la clave de la evolución. Lo único que nos diferencia o nos hace extraordinarios...
*
Si substituímos la palabra tostadora por gato, voilà el sensible y cuidadoso diagnóstico de mi peluchín, hace algo más de tres meses. Y es que mi pequeño lo tenía todo en su contra: trece añazos, raza persa, anemia, niveles mínimos de potasio y, lo peor del cuadro clínico, un tumor en el estómago que, al parecer, era el más potente de todos. Operarle saldría caro carísimo carérrimo, tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir y, además, el más dificil todavía: muchas papeletas de que se le reprodujera de nuevo. Sin embargo, en mi casa, nadie se planteó, ni por un segundo, la opción de “no operation”. Andy era un miembro de la familia y, por lo tanto, cualquier consideración especista resultaba, no solo inhumana, sino moralmente despreciable. ¿Acaso si hay una mínima probabilidad de salvar a un ser querido, sea quien sea, no nos aferramos a ella?
Las estadísticas cantaban, pero mi gato maulló más fuerte. A pesar del escepticismo del doctor Descartes, Andy no sólo sobrevivió a la operación, si no que evolucionó tan bien, que a los tres días, ya estaba correteando y esparciendo ADN por casa.
En una de las múltiples visitas veterinarias durante la fase convaleciente, sin embargo, el personal veterinario, capitaneado por el arriba mencionado “arregla-animales”, nos sorprendió con una muestra más de sensibilidad y sutileza, esta vez empapada de jabón:
“Mucha gente habría dejado morir a su mascota y no invertir dinero en una operación que no ofrece casi ninguna garantía, pero vosotras, en un acto de generosidad, habéis decidido regalarle a Andy un tiempo más de vida”.
Mientras reprimía mis impulsos de rociarle con napalm o empalarle al más puro estilo Holocausto Caníbal, me sobrevino una tristeza abrumadora. No sólo por los animales no humanos cuyas familias habían elegido “tostadora”, sino por tod@s los doctores Descartes del mundo, que, o mi intuición me engañaba, o seguían siendo mayoría.
Tres meses después, mi guapísimo pelirrojo ya ha recuperado del todo su oronda figura, su vitalidad, e incluso su pelo (¡Es mi héroe!). Durante el último encuentro con el Dr House del mundo veterinario, y aún sorprendido por su espectacular recuperación, la excusa-explicación fue “claro, el animal ha sobrevivido porque durante toda su vida ha estado bien alimentado”.
Nutrición, of course. Esa es la clave de la evolución. Lo único que nos diferencia o nos hace extraordinarios...
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pues no sabes cómo me alegro de que eligieras "gato" y de que Andy se encuentre bien. En cuanto a la cuestión económica, seguro que es la mejor inversión que has hecho hasta ahora, ¿a que sí?
ReplyDeleteEs que me fastidia tanto la gente que no entiende que hagamos sacrificios por nuestros animales... es simplemente una cuestión de amor y responsabilidad, ¿tan difícil es de entender? (sobre todo para un veterinario)
Besotes gatunos.
Thanks, guapetona!Of course que no se me ocurre una mejor inversión que mi pequeño Fujur. ¿A que es el chico mas requeteguapisimo del mundo? Ains...
ReplyDeleteNo le tengo mucho aprecio a los médicos en general, parece ser que ahora tendré que añadir al gremio veterinario, a los que no les enseñan en la carrera eso de las 7 vidas de un gato...:)
ReplyDeleteAndy es un campeón y espero conocerle prontito, seguro que me recibe con su pose gatuna, su pelo a lo Brad Pitt y el mejor de sus miaus! :D
Besitos ronroneando a los dos
Peque
Noticia sabrosona de última hora:
ReplyDeletePor fin Yoda ha escuchado mis plegarias: ¡han abierto un restaurante vegano en Donosti!¡Yuppyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy! http://www.landarevegan.com/1.html
La emoción embargame :D
Buena elección, Alhy. Me alegra saber que Andy está bien. No entiendo muy bien la postura del veterinario, la verdad, me parece horripilante que traten a un ser vivo como si fuera (buen ejemplo) una tostadora. ¿Un veterinario no tiene que amar a los animales? ¿y curarlos? En fin...
ReplyDeleteKisses alegres para ti y para Andy
Ah, y enhorabuena por el restaurante vegetariano!!!!!
Increible, aun recuerdo cuando me lo contaste, menudo pedazo de mendrugo por no llamarle otra cosa.
ReplyDeleteSin duda me flipa que personas que trabajen con animales vayan en ese plan, vamos que por poco ni os preguntan..
Desde luego que viendo casos como estos, tipos como estos.. no me extraña que estemos como estamos..
Ojala cambien las cosas con el tiempo!
Me alegro mucho que Andy haya vuelto a ser tan horondo como siempreee!Larga vida a aNDY!
Besoss
yo habria hecho lo mismo que habeis hecho vosotras porque para mi mi gato es una mas de la familia y se merece cuidados como el que mas. el que no lo vea asi no tiene corazon que no me digan lo contrario
ReplyDeletebesos
Me alegro mucho por tu peluchón!!!!... y eso demuestra mucho de ti... y lo mejor de todo es que le estais dando una vida genial... estoy segura de que has sido l mejor mama del mundo que pueda tener...
ReplyDeletemil besos
Andy tiene una buena cuidadora, (que bueno que seas Vegan@); creo que nunca habia leido una nota vegan@ (que no sea de algún organismo u institución), me reconforta mucho saber que no soy el único.
ReplyDeletetu gato tiene buena cuidadora (que bueno que seas vegan@); me alegra averte leido, nunca había encontrado una nota vega@ (que no sea de algún organismo u institución). Me reconforta que hay más vegan@s en el mundo...
ReplyDeleteEntiendo tanto tu decisión...cuántas veces pasamos por esa situación en casa. Y cuántas críticas hemos recibido, pero haríamos todo otra vez! No hay algo más valeroso que una carita peluda mirándonos a los ojos con dulzura y amor incondicional! Mi madre dice que, puede ser que alguna vez no consigamos salvarlos, pero el intento es lo que se quedará en nuestra memoria, es lo que importa! ;)
ReplyDeleteUn beso, bonita!
Enhorabuena :) Sé lo importante que es un animal para ciertas personas, como tú y yo.
ReplyDeleteMe alegro de que le tengas contigo, sano y feliz :)
Un beso ^^